Discordianismo, irreligión, reflexiones sobre su significado e introducción a la cultura Discordidana.

¿Qué es el Discordianismo?

Esta es una pregunta difícil de responder. Describir cualquier creencia en 50 palabras o menos solo puede resultar en algo ridículo:

«Creo que existió un tipo llamado Jesús, y pues él juraba ser de veras Dios en forma humana, ¿okay? Pues él aseguraba algo como que si haces cosas buenas cuando te mueras tu alma se irá de vacaciones a un paraíso, pero si haces cosas malas serás torturado por toda la eternidad»

Además, descripciones como esa ni siquiera responden a la pregunta. Aunque esa respuesta resume algunas de las trampas del Cristianismo, también ignora casi todo su contexto: todas las obras de caridad y atrocidades que ha inspirado, la vista del mundo que asume y el tipo de gente que atrae.

No puedes simplemente analizar una creencia por sus dogmas oficiales, has de estudiar su contexto y todos los efectos que ha tenido. Quizá el eslogan más repetido por los cristianos sea que Dios nos ama, que Dios ama a todo el mundo. Pero estudiando sus efectos en la sociedad, nos encontramos con casos como: ¿Tienes tatuajes? Pecador. ¿Bebes? Pecador. ¿Te masturbas? Pecador. ¿Te pones minifalda? Eres una puta. ¿Eres gay? Dios te odia, sodomita. ¿Tienes sexo con condón? Hereje, arderás en el caldero de Satán. ¿Decides abortar? ¡Blasfema! ¡Bruja! ¡Asesina!

Al parecer Dios no nos quiere después de todo. Y el Cristianismo es solo un ejemplo, pero ilustra bien que no es posible explicar una creencia en 50 palabras. Ni en 100. Y por eso tendréis que disculparme la longitud de este artículo.

Es especialmente complicado dar una respuesta corta para describir el Discordianismo, ya que la mayoría de sus creencias sagradas consisten en que es estúpido tener cualquier creencia sagrada. De hecho, seguramente me excomulguen por tratar de explicarlo con coherencia en este artículo, pero estoy dispuesta a hacer este sacrificio por ti, mi querida lectora (Además, simplemente le diré a un colega que me de-excomulgue. Podría hacerlo yo misma, por supuesto, pero está considerado de tener pocos modales).

Leamos la definición de Wikipedia:

El discordianismo es una religión satírica que rinde culto a Eris, diosa grecorromana de la discordia. Fue fundada en 1957 por Greg Hill, también conocido como Malaclypse el Joven y Kerry Wendell Thornley, u Omar Khayyam Ravenhurst.

[…]

A diferencia del pastafarismo, que sería una religión parodia, pues es insincera y esencialmente atea, el discordianismo sería una religión satírica, pues puede “proporcionar experiencias religiosas genuinas”. Para John Michael Greer, se encuentra en el espacio entre un movimiento religioso y una broma.​ Para Kerry Thornley se trata de una forma estadounidense de Zen, y otros discordianos prefieren la denominación “desorganización religiosa”.

El texto fundamental del Discordianismo es el Principia Discordia, escrito por Malaclypse el Joven y Omar Khayyam Ravenhurst. Mucha gente cree erróneamente que el Principia Discordia es la biblia del Movimiento Discordianismo, pero en realidad la Biblia es el Principia Discordia del Movimiento Cristiano.

Si se lee literalmente, una ardua tarea, el Principia Discordia se centra en el culto a la diosa Eris según la mitología griega. Según estas sagradas escrituras, el Discordianismo fue el resultado de una revelación que sus creadores tuvieron en una bolera, en la que la diosa griega les habló en forma de chimpancé.

En el libro se sugiere que el Discordianismo se creó como antítesis de las religiones tradicionales. En numerosas ocasiones, se ríe de estas, incluso de sí misma. Es por eso que algunos la consideran una religión sátira o parodia.

No creo que sean los términos apropiados para definir el Discordianismo. Este va más allá de simplemente burlarse de otras religiones. Es una perspectiva filosófica, una forma de ver el mundo, una corriente de pensamiento. Y aún así ninguna de estas etiquetas describe el Discordianismo con precisión. Es imposible poner en palabras lo que por naturaleza propia fue creado para ser imposible de definir.

Creencias Discordianas

Los Discordianos adoran a La Diosa, que no es otra que Eris, diosa griega del caos, también conocida como Discordia por los romanos.

Uno de los principales símbolos del Discordianismo es la manzana dorada de Eris, que simboliza el caos, también proviene de la mitología griega. Según el mito, esta es la manzana que Eris usó para provocar lo que se considera el primer gran conflicto bélico de la humanidad: la Guerra de Troya. Sin embargo, el Principia Discordia nos dice que sobra aclarar que Eris no es odiosa ni maliciosa. Solo es traviesa y, a veces, un poco cabrona.

A diferencia de otras religiones como la Cristiana, en las que se afirma de la existencia de una entidad divina, las interpretaciones de Eris difieren enormemente entre los Discordianos: desde una Diosa como entidad física digna de adoración a una personificación de fuerzas de la naturaleza, pasando por un personaje alegórico representando un paradigma o corriente del pensamiento. Y es así de forma intencionada, el Discordianismo invita a cada individuo a sacar sus propias conclusiones, a no seguir la mentalidad de rebaño. Es difícil encontrar a dos discordianos que compartan la misma interpretación de Eris.

El Discordianismo tiene 5 dogmas fundamentales, conocidos como el Pentavómito:

  1. No hay más Diosa que La Diosa, y ella es Tu Diosa. No hay otro Movimiento Erisiano aparte de El Movimiento Erisiano, y es el Movimiento Erisiano. Y en toda Corporación de la Manzana Dorada vive un Gusano Dorado.
  2. Un Discordiano siempre debe usar el Sistema Oficial Discordiano de Numerado de Documentos.
  3. Un Discordiano, durante la época de su Primera Iluminación, tiene que salir solo y comer alegremente un perrito caliente un viernes.
  4. Un Discordiano no debe comer panes de perritos calientes, pues fueron el consuelo de la Diosa durante el Rechazo Original.
  5. Un Discordiano tiene prohibido creer lo que lee, los presentes cinco puntos inclusive.

En un principio pueden parecer ridículos, pero cada punto está inteligentemente diseñado. Empleemos el tercero como ejemplo, mi favorito: con este sencillo dogma, se está cometiendo una ofensa contra el Cristianismo (no comerás carne los viernes), el Judaísmo y el Islam (no comerás cerdo), el Hinduismo (no comerás vacas), el Budismo (no comerás carne animal) y el propio Discordianismo (no comerás panes de perritos calientes, según la cuarta regla).

Tampoco es casualidad que sean cinco: el Principia Discordia explica la «Regla de los Cincos», que dice «Todas las cosas suceden de cinco en cinco, o son divisibles entre cinco o son múltiplos de cinco, o están, de alguna forma, directa o indirectamente relacionadas con cinco».

El Principia Discordia nos habla también de la hermana y contraparte de Eris, Aneris, la diosa del orden.

Desde una perspectiva filosófica, tanto el orden como el desorden son conceptos creados por el ser humano y representan divisiones artificiales del caos, inherente en el universo. Con nuestro aparato de creación de concepciones —nuestra razón—, vemos la realidad a través de nuestras ideas —sobre la realidad—, que la cultura nos proporciona y nos inculca. Nuestras ideas de la realidad son erróneamente identificadas como la realidad misma, lo cual no podría estar más lejos de la realidad.

Como causa de esto, mucha gente frecuentemente se sorprende y confunde cuando otra gente, especialmente otras culturas, ve la realidad de otra forma. Como seres humanos, estamos fuertemente limitados en nuestra percepción de la realidad. Es como si la intentáramos vislumbrar desde un ventanuco translúcido que tiene diferentes filtros, dependiendo de nuestro contexto cultural y social.

La filosofía occidental tradicionalmente se ha dedicado a comparar un filtro con otro, cambiando constantemente los filtros con la esperanza de encontrar uno perfecto que se aplique a todas las realidades posibles o buscando la verdad absoluta y universal. Un discordiano, diría que eso es ilusorio. Algunos filtros pueden ser más empíricos, más pragmáticos y más completos. Otros pueden ser más bellos, otros más agradables, otros más cómodos; pero ninguno puede ser completamente verdadero.

Aunque esto es tan solo una interpretación del Principia Discordia. En muchas partes se contradice a sí mismo, tal vez bromeando, o tal vez no. Eso se deja a la interpretación del lector. A menudo se le ha llamado «La Biblia de los Escépticos». Si eso te parece un oxímoron, felicidades por darte cuenta.

Organización y Jerarquía

No existe un organismo central que regule el Discordianismo. La Sociedad Discordiana no está definida, el Discordianismo o Movimiento Erisiano suele describirse como «Desorganización Irreligiosa No-Profética». Por lo tanto, no existe una institución oficial. De hecho, se anima a que se creen cismas y diferentes vertientes del mismo.

El rango más común entre los Discordianos es el de Papa (también existe la versión femenina, Mama, aunque yo prefiero utilizar Papa como término neutral por putear a los católicos). Gracias al Proyecto Pan-Pontificación, se estima que existen más de dos millones Papas Discordianos. De hecho, todo aquel leyendo este artículo es ahora oficialmente un Papa Discordiano, tanto si quiere como si no. Los Papas representan el máximo rango entre los Discordianos, y mediante la pontificación masiva se aseguran de eliminar jerarquías, pues cuando todo el mundo es una autoridad máxima del Discordianismo, no hay nadie por encima de otros.

Dentro del Principia Discordia viene una tarjeta de Papa oficial que puede ser reproducida y distribuida libremente. La Pontificidad no se otorga a través de la tarjeta, para ser Papa basta con que cualquiera (incluso una misma) te pontifique, la tarjeta es meramente informativa para hacer saber a la gente que eres un genuino y autorizado Papa de la Discordia.

Las potestades de un Papa Discordiano incluyen:

  • Remodelar por completo la Iglesia Erisiana, sus normas y estructura.
  • Bautizar, enterrar y casar (no necesariamente en ese orden).
  • Excomulgar, desexcomulgar, reexcomulgar y desreexcomulgar a uno mismo y a los demás.
  • Realizar todos los ritos y funciones considerados propios o impropios (o ambos) de un Papa de la Discordia.

Pero el de Papa no es el único rango Erisiano. Hay una tradición Discordiana que consiste en escoger tu propio Nombre Sagrado. Ejemplos de algunos títulos incluyen «Arzobispo de los Ciegos», «El Omnibenevolente Polipadre de la Virginidad del Oro», «Rosevelt Stroganoff III» o «Alta Sacerdotisa del Sagrado Pollo Frito Cabalístico».

Si alguien se lo preguntaba, servidora se hace llamar «Mireya, Reverenda Irreverente, Hacedora de Pensamientos y Derrocadora de Creencias, Azote de la Burguesía, Santa de los Insubordinados».

El Principia Discordia señala que elegir Nombres Sagrados no es una tradición únicamente Discordiana, citando el ejemplo del Papa Católico Pablo IV, quien no era hijo de Don IV.

Función del Discordianismo en el siglo XXI

Hay una antigua descripción del Discordianismo, que dice así: «Discordianismo, la religión disfrazada como una broma disfrazada como una religión disfrazada como una broma». Y es que depende de cómo quieras entenderlo, el Principia Discordia podría parecer un mero texto jocoso sobre la religión organizada.

¿Existe una espiritualidad real detrás de las bromas o es realmente solo una parodia? Antes de daros mi opinión personal, creo que merece escuchar lo que otros discordianos tienen que decir.

El humor es fundamental en el discordianismo, pero no por ello hay que tomarse este a broma. La práctica del Erisianismo suele ir acompañada de experiencias profundas. Es un juego perceptivo que demuestra que lo absurdo es tan válido como lo mundano y que el caos es tan válido como el orden. Libera a sus practicantes de los juegos de orden (que la mayoría ha olvidado que son juegos) para jugar con el orden o con el caos, o con ambos. Los efectos del Discordianismo en un individuo pueden ser de gran alcance y asombrosamente liberadores.

— Grey Cat wryly, Metaclysmia Discordia or the Chaonomicon

El Discordianismo no es solo una religión; es una enfermedad mental.

— Lord Omar Khayyam Ravenhurst

Sería muy fácil leer sobre las absurdas premisas del Discordianismo y tacharlo como una broma sin más, o un mero insulto a las religiones tradicionales. Esa es una interpretación tan válida como cualquier otra, pero hay gente que lo ve como algo más:

Quizás el discordianismo sea una necesidad en un siglo XXI donde a pesar de los avances científicos, tecnológicos, artísticos, culturales, después de haber pisado la luna y viviendo en una sociedad de la información donde puedes saber lo que está pasando en la otra punta del mundo con una diferencia de pocos minutos o incluso en tiempo real, y el ser humano está más limitado por su incapacidad a filtrar toda esta información que por el tiempo que tarda en recibirla (por lo menos en el mundo industrializado), la población es capaz creer en la excusa de cruzadas pseudo-religiosas contra el mal y los distintos satanases para justificar el genocidio de miles de personas inocentes para el robo de sus recursos naturales o simplemente por adquirir o conservar una porción de poder por parte de “los salvadores”.

La asombrosa capacidad del ser humano para formar crédulos rebaños, hace de cualquier estupidez repetida el suficiente número de veces una verdad absoluta, atemporal e inamovible hasta que se hace aparecer una nueva estupidez que adorar. Como ahora con las teorías científicas, los mandatarios políticos, o los cantantes de Operación Triunfo, los antiguos dioses venerados durante miles de años fueron convertidos en demonios poco antes de ser convertidos en mitos y finalmente en cuentos para críos sin ninguna transcendencia.

Pero bueno, vamos a dejar de masturbarnos mentalmente y sigamos intentando arrojar un poco de luz sobre lo que es el discordianismo. Hackim Bey en su escrito “Temporary Autonomous Zone” y Eric Raymond en “retrato de un hacker” Hacen referencia al discordianismo como religión (?) practicada por hackers, mentes inquietas y otros entes aburridos de que se les tome el pelo con las bondades y castigos de los Dioses antes y después de la muerte. Pero, ¿qué es el discordianismo? El discordianismo es una mezcla entre religión y broma, una burla a las religiones, incluida el propio discordianismo, pero sobre todo una burla de sus dogmas.

¿Cansado de que te tomen el pelo? Prueba Discordianismo, la religión de los campeones, Ediciones Simbióticas

La cita anterior (la cual he modificado ligeramente para mejorar su legibilidad) hace un buen trabajo señalando algunas de las funciones de los principios Discordianos en el siglo XXI.

Mi punto de vista, y he de dejar claro que yo no soy ninguna autoridad en el tema, los principios absurdistas del Discordianismo son una forma de llamamiento a la gente para pensar por sí misma, sostienen que nuestras creencias no deberían estar basadas en lo que nos marca la autoridad, la tradición, los grandes medios de comunicación o la cultura popular. Así los «dogmas» Erisianos nos invitan a usar nuestro propio razonamiento, lógica y observación empírica antes de creer nada. Y, por supuesto, un fuerte rechazo ante toda autoridad y jerarquía. No es ninguna sorpresa que muchos Discordianos sean anarquistas, pues son dos corrientes de pensamiento muy afines.

Los Discordianos se niegan a creer en nada a pies juntillas. La clásica cita de Sócrates, «Solo sé que no sé nada», no podría ilustrar mejor el pensamiento Erisiano. En mi opinión, este ultra-escepticismo nos aboga a mantener la mente abierta, no cerrarnos al avance. Hay un viejo dicho anarquista que dice algo así «Los anarquistas de hoy, si no se abren a nuevas ideas, serán los conservadores de mañana». El Discordianismo nos invita a renovar nuestras ideas, porque lo que es progresista hoy, será conservador en un par de lustros.

Además del pensamiento crítico, el Discordianismo también invita a tomarse el mundo con más humor. Creen que la humanidad se toma a sí misma demasiado en serio. Y seguramente tengan razón.

Por todo esto y más, mi interpretación personal del Discordianismo es la de una forma de rebeldía cultural. El Discordianismo es una constante carcajada en la cara de la religión organizada, del gobierno y de cualquier forma de autoridad convertida en religión para llevarla como filosofía de vida.

Hay muchas más reflexiones que se pueden sacar del Discordianismo aplicables a nuestra época, pero siguiendo sus buenas prácticas, os invito a que leáis el Principia Discordia y saquéis vuestras propias conclusiones vosotras mismas.

Anexo: Procedimiento y precauciones para personas que sospechan que pueden ser Discordianas

  1. Si siente usted punzadas de discordia, hágase un chequeo médico, si los sintómas persisten, es posible que usted sea realmente discordiano —más visitas a su médico de cabecera no serán necesarias.
  2. Pruebe a hacer algo ligeramente Discordiano, como ponerse calcetines distintos durante todo un día, o anunciar a sus compañeros de oficina que usted es un neomarsupial no macrotípico. Si al hacer esto lo siente como algo natural y correcto, entonces usted es probablemente Discordiano.
  3. Haga usted algo anerístico, como hablar con un policía de forma honesta; si siente una necesidad de vomitar violentamente, usted es probablemente Discordiano.
  4. Entre en pánico. Siempre es bueno para echarse unas risas. O no.
  5. Trate de determinar si algo de todo esto tiene sentido, si lo tiene, probablemente sea usted Discordiano (no importa, pues probablemente usted sea Discordiano de igual manera). También, la mermelada de higo con mantequilla está deliciosa. Pruébela.

Fuentes

Buena parte de este artículo está basado en la amplia literatura Discordiana, casi toda en inglés, que me he tomado la libertad de traducir. Los trabajos Discordianos rechazan el copyright por lo general, tradición iniciada por el Principia Discordia y publican sus trabajos bajo «Kopyleft», acto que aplaudo, así que he podido usarlos libremente en este artículo.