Los «Cookie Walls» y otros métodos que emplean los Medios para prostituir tus datos
La información es poder. Pero como todo poder, hay quien quiere quedárselo para sí. Todo el patrimonio científico y cultural del mundo, publicado durante siglos en libros y revistas, está cada vez más digitalizado y bloqueado por un puñado de empresas privadas.
Así comenzaba Aaron Swartz su famoso Manifiesto por la Guerrilla del Acceso Abierto en 2008, cuando el afán de las empresas por monetizar internet estaba aún llegando a España.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha actualizado su guía de uso de cookies para adoptar los cambios hechos por la Unión Europea.
Las cookies, si bien pensadas en un principio para usos válidos y útiles para el usuario, como iniciar sesión en una página; han sido objeto de abuso por millones de webs que quieren buscan hacer dinero con cada click.
Son continuamente utilizadas para rastrear a los internautas, recopilando montañas de información personal que a menudo se utiliza para crear un perfil de esta persona con la intención de bombardearla con publicidad específica para ella. Esto garantiza más ventas para el vendedor, más dinero para la empresa anunciadora y una cuota para la web en la cual el anuncio fue mostrado.
No pienses que esto es algo exclusivo de ordenadores y teléfonos inteligentes: las SmartTV que tan de moda se han puesto en los últimos años también se dedican activamente a minar los datos de sus usarios y han implementado su propio sistema de cookies.
Efectivamente prostituyendo tus datos al mejor postor es como el sector de la publicidad online se ha convertido en el negocio más prolífico de la última década.
Volviendo a los cambios estipulados por la AEPD, una normativa supuestamente dirigida a regular este tráfico de datos no ha tardado apenas unos días en ser abusada por los gigantes detrás de los principales medios de comunicación.
En 2020, el CEPD hizo ilegales los muros de cookies o «cookie walls» en los que no se pudiera acceder al contenido sin rechazar las cookies, ya que establecía que un prestador de servicios no podía impedir a un interesado acceder al servicio basándose en que no da el consentimiento a las cookies.
Sin embargo, la nueva guía de la AEPD ha introducido una alternativa —probablemente pactada con los gigantes comunicativos— donde permite que en determinados casos la no aceptación de cookies limite total o parcialmente el acceso a la web o servicio, con la condición de que se informe al respecto y se ofrezca una alternativa no necesariamente gratuita sin aceptar el uso de cookies.
Esto abre la puerta al fenómeno que hemos venido observando desde principios de año: entras a leer una noticia y te presentan con dos opciones: consentir que trafiquen con tus datos o pagar.
No hace falta decir que esto le ha venido de perlas a los conglomerados que forman el oligopolio actual sobre los medios de comunicación: el Grupo Prisa (El País, As, El HuffPost, Cadena Ser, Los 40, Cadena Díal, entre muchos otros) y Atresmedia (empresa matriz tras Antena 3, La Sexta, Neox, Onda Cero, Europa FM, etc) han sido los primeros en sumarse a amurallar su contenido.
Y bueno, una puede pensar, si leo El País todos los días, no me importa suscribirme mensualmente para acceder al contenido igual que lo haría antaño en un quiosco. Tristemente, ni con esas te salvas. Tienes que crearte una cuenta y aportar un método de pago, por lo tanto ya estás alimentando a estas empresas con tus datos personales igualmente.
La hostilidad hacia la privacidad digital está muy presente: en mi experiencia personal, varias páginas (especialmente relevante la de El País) me han bloqueado el acceso al detectar que mi IP estaba enmascarada por la de una VPN, evitando que siquiera cargue la página. Un ejemplo bastante ilustrativo de la voracidad por tus datos de estos gigantes mediáticos.
Soluciones
No me gusta señalar problemas sin plantear posibles soluciones, así que aquí os planteo las mías.
La más evidente es dejar de visitar estas páginas. Un boicot colectivo contra los abusones sería la respuesta que deberiamos dar los consumidores a sus políticas abusivas en un mundo ideal donde la gente se concienciara del problema que supone la recolección masiva de datos.
Pero claro, la gente necesita acceder a la información. Y como los medios que se han sumado a los muros de cookies se cuentan por centenares e incluyen los más visitados de España, nuestra opción de boicot rápidamente se vuelve inviable a un nivel de masas y, cuanto menos, impráctico al nivel individual.
Así que propongo combatir sus tecnologías abusivas con más tecnología. Para ello haremos uso de tres extensiones de navegador que neutralizarán cualquier intento por usar nuestros datos.
- uBlock Origin: un bloqueador de publicidad y rastreadores eficiente y seguro. Evitará que las páginas que visitemos hagan dinero a base de acribillarnos con anuncios. Al margen de los muros de cookies, es una extensión de navegador esencial para navegar una web que cada día está más infectada con molesta publicidad.
- Cookie AutoDelete: esta extensión se encargará de borrar las cookies al cerrar una web, lo que evitará que nos rastreen. Puede causar que te borre las sesiones iniciadas en otras páginas, pero no te preocupes, porque incorpora funcionalidad para configurar los sitios que pueden conservar cookies.
- Bypass Paywalls Clean: automáticamente traspasa las molestas pantallas pidiendo que nos suscribamos para leer un artículo. No funciona con todas, pero sí con la mayoría. En partícular, traspasa la limitación de los diez artículos gratuitos de El País.
Cabe recalcar que estas extensiones son para el navegador Mozilla Firefox, tanto para escritorio como para Android. Google Chrome en Android está capado por Google y no soporta extensiones. Lo cual no debería pillar a nadie desprevenido teniendo en cuenta que Google es el mayor beneficiario del tráfico de datos y la publicidad en línea.
Instalar las extensiones es muy sencillo: simplemente desde el navegador Firefox entráis a los links que he puesto y se selecciona instalar. Tras unos segundos debería instalarse automaticamente.
Espero que os resulte informativa la solución que propongo. Recordad, la información es poder. No les permitamos convertirla en un lujo más que solo los burgueses pueden permitirse.